América Latina

Nicolás Saldías: “Los avances del autoritarismo en América Latina”

Nicolás Saldías, analista senior en “Economist Intelligence Unit” (EIU), explicó un fenómeno actual que está atravesando a varios países de América Latina. Durante algunas décadas del siglo pasado, la región tuvo que padecer la influencia de las fuerzas armadas en la política, cuya forma de llegar a la esfera de poder fue mediante la realización de golpes militares. Sin embargo, esta realidad, que durante un tiempo estuvo normalizada en gran parte de América Latina, comenzó a cambiar considerablemente una vez que los actores políticos, en consonancia con la voluntad de la sociedad civil, decidieron presionar a la estructura de poder imperante para terminar con los regímenes dictatoriales, logrando instalar finalmente un sistema democrático. Entonces, ¿por qué hoy en día se habla de una regresión a los regímenes autoritarios?

Confianza en las instituciones

Uno de los puntos más importantes que resalta Saldías acerca de por qué están empezando a percibirse rasgos autoritarios en gobiernos latinoamericanos se vincula con la escasa confianza que deposita la población en las instituciones políticas democráticas. Desde que se sentaron las bases para constituir un régimen democrático en cada país, los gobiernos realizaron promesas en sucesivas ocasiones en torno a desafíos socioeconómicos que permitirían a la gente mejorar su calidad de vida. Sin embargo, la realidad fue muy distinta a la que se proyectaba y estas promesas incumplidas generaron un descontento social generalizado. 

Por un lado, Saldías estima que este descontento se debe al débil crecimiento económico, sumado a los altos niveles de pobreza que son posibles percibir en gran parte de los países latinoamericanos. Por otro lado, las altas tasas de criminalidad también son un factor clave para entender por qué la sociedad no está conforme con la acción gubernamental. Para ello es preciso recordar que América Latina es una de las regiones con mayor número de crímenes por año.

¿De qué forma se podría evitar el avance de los autoritarismos?

Saldías afirma que “para que las democracias de la región tengan un futuro próspero, los ciudadanos deben confiar en estas instituciones”. El analista enfatiza en la necesidad de combatir la exclusión social, la discriminación, y la desigualdad, entre otras características de la sociedad actual. Es necesario que los gobiernos comiencen a implementar estrategias para fomentar el crecimiento económico, de tal modo que el estándar de vida promedio se eleve y se pueda brindar la oportunidad de movilidad social.

Otro de los grandes desafíos que tienen por delante los gobiernos si desean reestructurar la confianza en las instituciones democráticas es promover mayor cooperación entre los Estados que componen la región. Es necesario estrechar lazos entre los países latinoamericanos y realizar un abordaje integral sobre todo en la lucha contra los crímenes transnacionales, ya que estos constituyen un verdadero obstáculo para sostener gobiernos transparentes y democracias estables. El crimen organizado no reconoce fronteras y tiene como objetivo único hacer dinero mediante métodos que están por fuera de la ley.

El futuro en América Latina

Saldías subraya la importancia de que se refuercen las instituciones judiciales. En el caso de Argentina, por ejemplo, la ex presidenta y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido recientemente condenada por corrupción. Es necesario un trabajo de gran magnitud para crear confianza en las instituciones, dado que se necesita tiempo y consenso político para que las reformas fundamentales tengan éxito.

Con la asunción de Javier Milei el 10 de diciembre, Argentina necesita reformas estructurales para superar la crisis política actual, social y económica. Un concepto que ha sido objeto de numerosas discusiones a lo largo de la historia argentina ha sido el término "populismo", utilizado por muchos actores políticos para describir a los gobiernos cuyo apoyo popular radica en la construcción de un relato, con el objetivo de eludir los problemas y las soluciones reales. Hoy, el populismo sigue vigente y puede convertirse en un factor de consecuencias decisivas para el funcionamiento del régimen democrático.