Día Mundial de la Libertad de Prensa
La capacidad de la prensa para operar libremente y sin miedo es fundamental para la salud de la democracia
La libertad de prensa se vuelve esencial para mantener informados a los ciudadanos en un entorno donde la desinformación y la manipulación de la información son una amenaza constante
El Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado cada 3 de mayo, es una ocasión significativa que destaca la importancia crucial de un periodismo independiente y sin restricciones en las sociedades democráticas. Esta fecha conmemora la Declaración de Windhoek, un hito histórico en 1991 donde los participantes, periodistas africanos, reconocieron la necesidad de una prensa libre y pluralista como parte integral de la democracia y el desarrollo sostenible.
La celebración de este día nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre los desafíos actuales que enfrenta la libertad de prensa en todo el mundo. En un entorno donde la desinformación y la manipulación de la información son una amenaza constante, la libertad de prensa se vuelve esencial para mantener informados a los ciudadanos y garantizar la transparencia en la toma de decisiones.
En este contexto particular hemos conversado con César Ricaurte, periodista ecuatoriano y CEO de Fundamedios. La Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios, conocida también como Fundamedios, es una organización no gubernamental ecuatoriana creada en 2007, con el fin de apoyar a medios de comunicación y periodistas vigilando las amenazas y atentados contra la libertad de expresión, además de documentar las violaciones acaecidas en contra de la prensa.
En las siguientes líneas César nos comparte sus impresiones sobre la situación actual de la libertad de prensa en la región y propone medidas que puedan generar un ambiente idóneo para que los periodistas puedan trabajar libremente y sin miedo.
Cultivar fuentes de información confiables se vuelve crítico para un periodista en América Latina
FNF: Hola César, eres un reconocido periodista con una basta trayectoria profesional, indícanos cuál es el mayor desafío al que se ha enfrentado como periodista.
CR: Yo estuve trabajando en las redacciones de los medios de comunicación hasta 2009 aproximadamente. Y ya enfrentábamos tres enormes desafíos para el ejercicio del periodismo que con el tiempo se han ido agravando: La primera es el acceso a la información y a las fuentes de información pública. Es un desafío la existencia de una cultura del secreto o del ocultamiento en la administración pública de nuestros países y Ecuador no es una excepción, aún con la vigencia desde principios de la década del 2000, de una Ley de Acceso a la Información. En ese escenario, el cultivar fuentes de información confiables se vuelve crítico para un periodista en América Latina.
Lo segundo son las presiones del poder político que muchas veces se manifiestan a través del ejercicio abusivo y persecutorio del poder estatal. Esto lo vivimos con mucha fuerza en el periodo del ex presidente Correa, entre 2007-2017.
Finalmente, el tercer gran desafío son los poderes paraestatales, no estatales y criminales que amenazan a periodistas y medios que desafían el ejercicio de este poder que muchas veces supera al mismo poder estatal. Cuando ejercí el periodismo, este desafío era el que más lejanos nos parecía, aunque los ecuatorianos siempre hemos vivido con el conflicto colombiano y la violencia que ha generado contra la prensa en nuestra puertas y aparecía siempre como una amenaza que quizás no queríamos ver, pero lo veíamos día tras día.
El/la periodista como un defensor/a de los DDHH
FNF: Has sido ganador de distintos premios y durante el Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado en mayo de 2012, el Presidente Barack Obama lo incluyó entre los activistas más destacados. ¿Qué te motivó a perseguir el activismo?
CR: Mi llegada al activismo fue una sincronía que cambio mi vida para siempre, pues en primer lugar entendí que si bien el periodista no es un activista sí es y lo es de forma radical un defensor de los Derechos Humanos. Su ejercicio debe considerar esa profunda creencia, porque si no es así, se puede caer en el cinismo, en la vanidad ególatra y un profundo sin sentido que te puede llevar a ser vocero de poderes oscuros y hasta criminales que amenazan a nuestras sociedades.
El activismo en mi caso es una búsqueda personal de sentido y de valores sociales que nos permitan tener un espacio compartido dónde brillen el respeto a la democracia y a los Derechos Humanos
Fundamedios juega un papel fundamental en la articulación de esfuerzos con la sociedad civil y periodistas
FNF: ¿Cómo nace la idea de crear FUNDAMEDIOS?
CR: Fundamedios se creo por una necesidad orgánica de un grupo de periodistas y ciudadanos de varias áreas que confluimos en la importancia que tiene el periodismo en la construcción de sociedades más justas, democráticas dónde se respeten los derechos fundamentales de las personas. Luego vivimos un periodo de persecución muy intensa, que nos dio una extraordinaria capacidad de resiliencia. La situación de acoso, estigmatización y ataques que se mantiene, pues hay grupos autoritarios que nos siguen considerando un enemigo. Pero, seguir en una orilla distinta de estos grupos autoritarios, es algo que nos llena de orgullo y nos indica que seguimos en la línea correcta.
FNF: ¿Cuál es el papel de FUNDAMEDIOS en la promoción de un periodismo de calidad y en la defensa de la libertad de prensa en el país?
CR: Creo que hemos jugado un papel clave. En primer lugar, cuando nadie lo estaba viendo, visibilizamos lo que ocurría con la prensa ecuatoriana acosada por un gobierno que seguía un modelo autoritario. Ese gobierno pasó, pero el modelo autoritario es aplicado hasta ahora por diversos gobiernos de America Latina, sean de derecha o de izquierda. De hecho es notorio que en América Latina vivimos una profunda recesión democrática y por eso Fundamedios comenzó a trabajar también en otros países de la Región.
Ahora debemos hacer frente a la violencia de los grupos de delincuencia organizada que han penetrado en las instituciones políticas, estatales, judiciales, empresariales y hasta periodísticas como lo revelan los casos criminales abiertos por Fiscalía General en Ecuador. Aquí Fundamedios está jugando un papel fundamental en la articulación de esfuerzos con la sociedad civil, periodistas y medios, en asistir en primera línea a periodistas que deben ser reubicados, en exigir al gobierno acciones y financiamiento para poner en marcha el mecanismo de protección. Estamos especialmente orgullosos de un programa piloto de salud mental holística que iniciamos este año conn unos resultados extraordinarios para enfrentar el profundo impacto que tienen todas estas violencias en la salud emocional y mental de las y los periodistas.
Los medios digitales son la gran promesa de democracia y de un ejercicio de calidad del periodismo
FNF: Desde el inicio de tu carrera como periodista, ¿cómo ha evolucionado el panorama de la libertad de prensa en Ecuador a lo largo de las últimas décadas?
CR: A lo dicho anteriormente, me atrevo a añadir un factor más a considerar: el debilitamiento de los ecosistemas mediáticos. Las empresas mediáticas viven profundas crisis y muchas estaño en vías de extinción. El sector comunitario ha crecido, pero no diría que es un sector consolidado. Los llamados medios públicos han proliferado, pero en su mayoría se han convertido en instrumentos en manos de caciques locales con ínfulas y maneras autoritarias.
Los medios digitales son la gran promesa de democracia y de un ejercicio de calidad del periodismo. Y en muchos casos lo son. En otros casos, sin embargo, son medios que abonan a la desinformación, a relaciones y financiamiento poco transparente y un ejercicio poco ético. A esto hay que añadir lo que ya se ha dicho sobre las amenazase del poder estatal, el crimen organizado y el acceso a la información.
FNF: ¿Hasta qué punto la prensa es verdaderamente libre en Ecuador y en la región latinoamericana?
CR: Por supuesto en una región geográficamente, cultural y políticamente diversa hay muchos matices. No obstante, podríamos decir que en gran parte de la región la prensa es parcialmente libre, pero en franco retroceso. En tres países, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que son dictaduras más o menos declaradas, no existe libertad de prensa.
Aún existen insuficientes medidas de protección para periodistas en la región
FNF: Como CEO de FUNDAMEDIOS, ¿cuál dirías que es el mayor desafío que enfrenta la libertad de prensa en América Latina en la actualidad?
CR: Para profundizar en el estado actual de la libertad de prensa en América Latina, especialmente enfocándome en la amenaza que representa la violencia del crimen organizado para el ejercicio del periodismo, es crucial entender cómo estos factores se entrelazan con los sistemas políticos y sociales de la región.
En América Latina, el crimen organizado ha sido un desafío constante para la libertad de prensa. Los periodistas que cubren temas relacionados con narcotráfico, corrupción, y crimen organizado a menudo enfrentan riesgos significativos, incluyendo amenazas de muerte, ataques físicos, y asesinatos. El crimen organizado busca suprimir la cobertura mediática de sus actividades y de la complicidad a veces existente entre estos grupos y elementos dentro de los gobiernos locales o nacionales.
La violencia contra los periodistas es una táctica efectiva de intimidación que no solo busca silenciar a individuos específicos, sino también enviar un mensaje a toda la comunidad periodística. Esto conduce a un efecto de autocensura generalizado, donde los medios de comunicación evitan cubrir ciertos temas por miedo a represalias. Además, la impunidad para estos crímenes sigue siendo alta, lo que perpetúa un ciclo de violencia y miedo.
En muchos países de la región, las medidas de protección para periodistas son insuficientes. Los mecanismos de protección gubernamentales a menudo carecen de los recursos o la voluntad política necesaria para ser efectivos. Esto deja a los periodistas vulnerables y desprotegidos, dependiendo de organizaciones no gubernamentales y de la comunidad internacional para buscar apoyo y seguridad.
La capacidad de la prensa para operar libremente y sin miedo es fundamental para la salud de la democracia. Cuando los periodistas son intimidados o asesinados, toda la sociedad sufre. La falta de cobertura sobre el crimen y la corrupción facilita la continuidad de estas actividades ilícitas, debilitando las instituciones democráticas y promoviendo la desigualdad y la injusticia.
FNF: ¿Existen límites para la libertad de prensa, y si es así, cuáles son?
CR: Evidentemente, sí existen. Esos límites están marcados por el ejercicio ético del oficio periodístico y por lo que mencionaba antes: la autopercepción del periodista como un defensor de Derechos Humanos que sin caer en militancias políticos se comprometa profundamente con sociedades genuinamente democráticas y respetuosas de los derechos fundamentales de las personas.
FNF: ¿Qué influencia tiene la calidad y la integridad de la información con la sociedad?
CR: Tiene una enorme influencia que cada vez se revela es más vital para la situación de deterioro o recesión democrática que vivimos. Hay una correlación directa entre crecimientos de la desinformación y la expansión de modelos e ideas profundamente autoritarios, pero que se presentan como alternativas salvadores, como faros de luz en medio de esta sensación de caos y oscuridad en la que supuestamente estamos inmersos. Por eso, el compromiso del periodista con la búsqueda de la verdad y la construcción de la democracia debe ser inclaudicable.
4 propuestas para crear un ambiente donde los periodistas puedan trabajar libremente y sin miedo
FNF: ¿Qué medidas consideras esenciales para garantizar la independencia y la seguridad de los periodistas en Ecuador y en la región?
CR: Me atrevo a proponer cuatro tipo de medidas muy concretas pero que requieren un compromiso sostenido y coordinado de múltiples actores, incluidos gobiernos, organismos internacionales, y la sociedad civil, para crear un ambiente donde los periodistas puedan trabajar libremente y sin miedo.
- Fortalecimiento de los mecanismos de protección: Es fundamental que los gobiernos fortalezcan los programas de protección para periodistas, garantizando que cuenten con los recursos necesarios para operar efectivamente.
- Cooperación Internacional: La colaboración entre países para combatir el crimen organizado y proteger a los periodistas es clave. Esto podría incluir el intercambio de información, apoyo en investigaciones y sanciones contra aquellos implicados en ataques a la prensa.
- Educación y Capacitación: Capacitar a los periodistas en seguridad personal y digital, y promover una mayor conciencia sobre los derechos y protecciones legales disponibles.
- Apoyo Legal y Judicial: Fortalecer el sistema judicial para que los casos de ataques contra periodistas sean investigados y procesados con rigor, reduciendo la impunidad.
La libertad de prensa es el oxígeno que respira día a día el periodista
FNF: Muchas gracias César por tus respuestas. Finalmente,¿por qué es importante la libertad de prensa para los periodistas de América Latina?
CR: Por que la libertad de prensa es el oxígeno que respira día a día el periodista. Sin ese oxígeno, deja de respirar y muere.
Sobre el autor
César Ricaurte es un periodista ecuatoriano con más de veinte años de experiencia en el sector. Es licenciado en periodismo/comunicación social por la Universidad Central del Ecuador, y obtuvo una maestría en la Universidad Andina Simón Bolívar, en 2001.
Actualemente tiene el cargo de CEO de Fundamedios.