SMART CITIES
¿Qué podemos aprender de Berlín como ciudad start-up?
Berlín, la capital de Alemania, es una de las ciudades más vibrantes y cambiantes del mundo. Un lugar donde el pasado y la historia contrastan con la constante actualidad y la evolución. Más allá de ser la capital de Alemania, quizás la importancia de Berlín radica en tres principales aspectos: primero, la ubicación del Bundestag o Parlamento alemán, así como las demás sedes de ministerios federales que hace que Berlín sea el centro de la toma de decisiones políticas. Segundo, Berlín es un referente para start-ups y un Hub de fomento para la innovación. Tercero, es una ciudad start-up pues atrae, retiene y promueve talento que al mismo tiempo nutre el ecosistema empresarial.
Es increíble como una ciudad puede lograr esto después de un pasado histórico tan difícil. Después de la II Guerra Mundial, Berlín quedó completamente destruida y dividida entre los sectores francés, inglés, estadounidense y de la Unión Soviética. Con la construcción del muro de Berlín, la ciudad quedó dividida por poco más de dos décadas entre Berlín occidental y Berlín del este. A partir de la reunificación alemana en 1991 fue que la ciudad comenzó verdaderamente su proceso de reconstrucción.
Por ello, al analizar actualmente a Berlín como una ciudad start-up es importante considerar dos factores que en el pasado dieron paso a que Berlín sea la ciudad que es hoy: a diferencia del resto de Alemania, en Berlín no había grandes industrias y la infraestructura no era la mejor del país; en segundo lugar, la mayor parte de las personas que llegaron a vivir a la ciudad eran artistas que promovieron una escena cultural como en ninguna otra ciudad alemana. Ambos factores propiciaron un ambiente abierto para la creatividad y la apertura internacional.
Algunas de las primeras start-ups, ahora empresas internacionales, que nacieron en Berlín fueron Scout24, especializada en el sector inmobiliario, Zalando, el e-commerce de ropa, calzado y accesorios, e Idealo, comparador de precios en línea. Para principios del año 2000 con los comienzos de internet, estas empresas eran revolucionarias y a partir de su crecimiento, comenzó a surgir el interés de VCs por las oportunidades en la ciudad.
Berlín como ciudad startup
Actualmente, Berlín es una ciudad que ha creado alrededor de 60 mil empleos en la economía digital, la mayoría con empresas emergentes de enfoque tecnológico y de desarrollo de software. Sin embargo, para llegar a este punto la ciudad pasó por varios años de madurez de su ecosistema de emprendimiento.
La ciudad cuenta con aceleradoras, incubadoras, espacios de coworking, laboratorios de innovación y políticas públicas que buscan apoyar con financiamiento a las diferentes empresas a través de asociaciones como German startup Association o la Estrategia High-Tech, que fomentan la investigación y su desarrollo para el fortalecimiento de la economía.
La primera lección aprendida: las estrategias a corto plazo no funcionan en el fortalecimiento de ecosistemas de emprendimiento y de fomento de ciudades start-up; como bien refleja el caso de Berlín, éste debe entenderse a través de las políticas públicas sostenidas tanto a nivel local como federal.
La migración y las empresas emergentes
Nuestra visita al Ministerio Federal de Educación e Investigación con la ministra de Estado Judith Pirscher nos permitió conocer que la riqueza de Alemania radica en la inversión en la educación, promoviendo desde nivel primaria el interés por las carreras profesionales STEM desde temprana edad. De esta forma, el país apunta a fomentar la curiosidad y el interés de los más pequeños y crear una sociedad avocada a la tecnología e innovación. Esto puede lograrse únicamente a través del compromiso político, la exigencia al sector académico y empresarial y del entendimiento de la composición demográfica de cada ciudad, aun cuando los gobiernos cambien, lo que permite potencializar el talento y los recursos.
Un aspecto crucial sobre Berlín es que el 22% de los fundadores de start-ups no son alemanes. De acuerdo a un reciente estudio “Migrant Founders Monitor 2022” de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, de este 22%, el 59% son migrantes de primera generación que nacieron en el extranjero y llegaron a Alemania a comenzar su empresa. Así, Berlín se ha convertido en la ciudad alemana que más fundadores extranjeros atrae.
A pesar de ello, el 43% de ellos reporta que el mayor reto es conseguir financiamiento. Esto pudimos constatarlo al conocer de cerca la start-up Boreal Light, empresa fundada por Ali-Al Hakim, quien invirtió 4 años de su propios ahorros al mantener 3 empleos para lanzar una empresa que hoy crea y suministra sistemas de salinización solar llevando agua potable a regiones en Somalia y el medio Oriente. La empresa cuenta actualmente con una amplia cartera de clientes y su fuerza laboral es completamente internacional. A pesar de su presencia global, su lengua primaria es el alemán; esto porque, según Hakim, al estar en Alemania es necesario integrarse completamente y eso sólo se logra funcionando como una empresa alemana.
La segunda lección aprendida para nuestra región es que se debe de facilitar la atracción de talento con oportunidades de apertura para negocios. Para muchos migrantes, el auto empleo o el emprendimiento es la única forma en la que pueden comenzar su integración; esto sólo es posible si también se reconocen los títulos académicos o se promueve su incorporación a universidades locales.
El papel de las universidades
En Alemania, de los fundadores extranjeros, el 89% tiene algún estudio académico en carreras de economía o STEM. Esto nos habla de las grandes habilidades académicas y del rol de las universidades en Alemania para promover talento, ya que 63% estudiaron en Alemania.
Un caso que pudimos conocer de primera mano fue la start-up Incubator Berlín de la Escuela de Economía y Derecho de Berlín, en donde se busca que estudiantes puedan probar sus ideas de negocio y posicionarlas a través de espacios especiales de networking y becas. Conocimos a dos estudiantes, uno de ellos de Colombia, que están desarrollando sistemas de detección de prevención de incendios forestales a través de drones, para así contribuir a la reducción de efectos de cambio climático que vemos en regiones como California, Australia y el sur de Europa. Al identificar y prevenir posibles incendios, clientes potenciales como aseguradoras pueden vender estos servicios a direcciones de planeación urbana, conservación ambiental de localidades y también a familias que busquen asegurar su patrimonio contra incendios.
La tercer gran lección aprendida, es el rol de las universidades para potencializar las ideas de los estudiantes y acercarlos al ecosistema de innovación. En México, esta es una gran área de oportunidad ya que las universidades y el sector público pueden generar alianzas para fortalecer este tipo de iniciativas a largo plazo.
Podríamos decir que la piedra angular para la creación de ciudades start-up radica justamente en la alianza entre universidades como forjadoras de talento y las estrategias del sector público para potencializar esos esfuerzos, con la suma de programas de educación para los más jóvenes hacia carreras STEM.
Más beneficios
Más allá de la promoción de creación de start-ups, las ciudades en transformación son más atractivas para empresas tecnológicas y para la inversión extrajera directa. Una parte esencial de los ecosistemas de innovación es el acercamiento del sector privado con los emprendedores, pues es en esa relación que se puede aprender de quienes tienen gran experiencia o fomentar la adquisición de start-ups por empresas más grandes.
En el caso de Berlín, Tesla finalizará pronto la construcción de su planta más grande del mundo en la región del Oder-Spree en Brandemburgo. Si bien esta es una oportunidad que abrirá mayores oportunidades de empleo y de intercambio con emprendedores, aprendimos de los representantes del comité distrital Oder-Spree del Partido Liberal Demócrata (FDP), el Dr. Manfred Dietrich y Wolf Dieter Zumpfort, que esto también representa un reto para la propia región en cuestión de renovación de infraestructura y conectividad a la planta, movilidad y acuerdos con líderes empresariales poderosos con quienes deben priorizarse los intereses de la comunidad local.
Por lo mismo, es de suma importancia comprender todos los aspectos que implican la inversión extranjera y los retos de planeación para una ciudad para que se mantenga como una ciudad accesible y brinde calidad de vida a sus habitantes al mismo tiempo que atrae a nuevos talentos.
Muchas ciudades en México cuentan con condiciones para convertirse en ciudades start-up. A través de políticas como la creación de empresas SAS sin costo y en línea, el país puede ir fomentando marcos para facilitar la apertura de negocios. ¿Qué es lo que hace a Berlín una ciudad start-up que otras ciudades en México podrían replicar? Transformación constante, formación de alianzas sostenibles y adaptabilidad al cambio, tres características intrínsecas a todo emprendedor.