DE

Ley de inmigración de mano de obra cualificada
Política de inmigración: ¡pedimos talentos, pero vinieron muy pocos!

Hajrit Singh an seinem Arbeitsplatz bei der Firma Siemens Healthineers. Ohne Arbeitskräfte aus dem Ausland wird es künftig nicht gehen, lautet die Botschaft der Ampel-Koalition.

Hajrit Singh an seinem Arbeitsplatz bei der Firma Siemens Healthineers. Ohne Arbeitskräfte aus dem Ausland wird es künftig nicht gehen, lautet die Botschaft der Ampel-Koalition.

© picture alliance/dpa | Britta Pedersen

La Ley de inmigración de mano de obra cualificada, aprobada el año pasado, es un paso importante en la dirección correcta. Sin embargo, la legislación migratoria formal es sólo un componente de una política de inmigración acertada. Factores blandos y menos blandos hacen que Alemania quede mal parada en la comparación internacional, lo que supone una grave amenaza para nuestra prosperidad. En la actualidad ya hay 1,8 millones de puestos de trabajo sin cubrir, y esta tendencia aumentará drásticamente en los próximos años debido a la evolución demográfica. Para prevalecer en la competencia internacional por las mentes más brillantes, los trabajadores cualificados más trabajadores y -a menudo olvidados- los empresarios más innovadores, necesitamos reformas políticas y un enfoque fundamentalmente diferente:

 

  • La burocracia alemana en general y las oficinas de inmigración en particular no suelen ser un punto a favor a la hora de contratar trabajadores cualificados internacionales. Aquí se requieren esfuerzos de digitalización y un profundo cambio de mentalidad. Hay enfoques positivos: Hamburgo, por ejemplo, ha creado una ventanilla única para los "quiddjes" extranjeros, como se llama aquí a los nuevos ciudadanos, con el "Centro de Bienvenida de Hamburgo" y el "Servicio para Recién Llegados".

 

  • La presión fiscal: La presión fiscal es demasiado alta en comparación internacional, sobre todo para los trabajadores cualificados con salarios superiores a la media. Además de la desgravación fiscal para todos, se están debatiendo concesiones temporales para los recién llegados. Un impulso importante en la proverbial "guerra por el talento" internacional.

 

  • Infraestructuras: Alemania sigue beneficiándose internacionalmente de su reputación de lugar de alta tecnología, pero la realidad suele ser un desastre, desde los ferrocarriles alemanes hasta la rapidez de Internet. Se podría argumentar que las infraestructuras en Estados Unidos tampoco están en su mejor momento. Pero allí no se ha declarado la guerra al automóvil en las ciudades.

 

  • Nuestro idioma. Tenemos que hacernos más atractivos para los expatriados con gran movilidad que sólo vienen a Alemania por unos años. Sólo en casos excepcionales querrán aprender una de las lenguas más complicadas del mundo: el inglés debe convertirse en la segunda lengua oficial y también en la segunda norma en las guarderías, las escuelas y el ámbito privado.

 

  • Mercado de la vivienda: la agotadora búsqueda de alojamiento es un grave problema para los recién llegados. ¿Soluciones? Más incentivos para que los inversores construyan viviendas en lugar de precios máximos destructivos y normativas de construcción excesivamente estrictas que encarecen la edificación y la hacen poco atractiva.

 

  • Mejores condiciones marco para los fundadores: la creación de empresas sigue llevando demasiado tiempo y la disponibilidad de capital riesgo es un problema en una Alemania reacia al riesgo. La fundación también aborda los obstáculos particulares a los que se enfrentan los fundadores de origen inmigrante en su "Migrants Founders Monitor", publicado conjuntamente con la Asociación Alemana de Startups.
  • Todavía se puede mejorar el reconocimiento de las cualificaciones educativas extranjeras: el orgullo de las universidades y los oficios cualificados alemanes es comprensible, pero no contribuye a una mayor apertura hacia las competencias de los trabajadores cualificados extranjeros.

 

  • Como ya atestiguó el economista estadounidense Richard Florida en su bestseller "El auge de la clase creativa" con el cambio de milenio, el futuro pertenece a aquellas ciudades en las que se aceptan estilos de vida alternativos y se vive un "modo de vida" liberal. Ciudades como Berlín, con su escena cultural y de start-ups internacional, demuestran que esto también es posible en Alemania. En este contexto, el auge del populismo de derechas es una de las amenazas más graves para Alemania como lugar de negocios.

 

Por tanto, Alemania tiene en sus manos convertirse en un país más atractivo para la mano de obra cualificada. Las fuerzas de la inercia son fuertes en muchos ámbitos, pero con más libertad económica y social, el cambio de rumbo puede tener éxito. En 2006, el mundo era un invitado de amigos. ¡Podemos hacerlo!