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LGBTQI+
Ser queer en América Latina: La igualdad legal y la discriminación en la vida cotidiana

Marcha del Orgullo en Sao Paolo

Marcha del Orgullo en Sao Paolo

© picture alliance/AP Photo | Nelson Antoine

Quien piense que el mundo muestra su rostro liberal, tolerante, moderno y abierto en el año 2024; se equivoca. A nivel mundial, las conductas homosexuales están penalizadas en 64 países, y en 12 de ellos, incluso las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo pueden ser castigadas con la pena de muerte. La mayoría de estos países se encuentran en África, Asia y Oriente Medio. Sin embargo; la situación en América Latina sigue siendo tensa, a pesar de los avances legislativos de los últimos años y décadas.

 

Mapa de reconocimiento legal de género en abril de 2024

Mapa de reconocimiento legal de género en abril de 2024

© database.ilga.org

Más de 33 millones de latinos se identifican como parte de la comunidad LGBTQ*. En los últimos años, muchos países de América Latina han experimentado avances legales para mejorar la situación de parejas queer y personas trans, desde el matrimonio igualitario hasta los derechos de autodeterminación y filiación. En comparación con otras regiones del mundo, la situación legal en América Latina es considerablemente mejor.

Por ejemplo, Uruguay y Costa Rica han sido pioneros en el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Argentina aprobó una ley de autodeterminación en 2012 sin ningún voto en contra en el Senado, garantizando a las personas trans derechos significativos, como cambios de género sencillos en certificados de nacimiento y pasaportes.

En México, el reconocimiento del matrimonio igualitario y el acceso garantizado al sistema público de salud y asistencia social en 2022 marcaron un hito para la igualdad de personas queer.

Sin embargo, la mejora en el marco legal es solo la mitad de la verdad. Por muy buena, correcta e importante que sea, solo ayuda si también se produce un cambio social hacia la tolerancia, la aceptación y la lucha contra la discriminación. Esto no es tan fácil en las sociedades polarizadas; a menudo aún conservadoras, de América Latina.

Matrimonio entre personas del mismo sexo y uniones civiles Marzo de 2024

Matrimonio entre personas del mismo sexo y uniones civiles Marzo de 2024

© database.ilga.org

Discriminación, violencia y marginación siguen siendo parte de la vida cotidiana

Sin restarle importancia al progreso legislativo que se ha producido en muchos países de América Latina en los últimos años en la lucha contra la discriminación, las desigualdades y la igualdad legal, la comunidad sigue enfrentándose a la estigmatización, la discriminación y la exclusión social y laboral.

Las estadísticas actuales ofrecen una visión de la realidad de las personas queer en la región:

  • En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la frecuencia de discriminación hacia la población queer es el doble que hacia la población no queer.
  • También en México, en 2022 se registraron 48 asesinatos de mujeres trans y 33 de personas homosexuales.
  • Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú en 2017, el 63% de los encuestados afirmó haber sido víctima de discriminación y/o violencia. Otro dato revelador de un estudio del Consejo Nacional de Elecciones indica que el 52% de los encuestados no está de acuerdo con que la comunidad LGBTQ* participe en la política.
  • Un estudio sobre acoso escolar en Uruguay en 2019 mostró que el porcentaje de estudiantes que afirmaron haber sido víctimas de acoso o agresiones en el entorno escolar fue un 11% más alto entre los jóvenes queer. No es sorprendente que los datos indiquen que la discriminación homofóbica y transfóbica afecta negativamente al rendimiento escolar y académico de los estudiantes, así como a su salud mental y sus perspectivas hacia el futuro. Un estudio colombiano incluso concluye que esta discriminación también se extiende a los hijos de parejas homosexuales.
  • Según el Banco de Desarrollo de América Latina, existen desventajas estadísticas para los miembros de la comunidad LGBTQ* en el mercado de la vivienda, los servicios financieros y laborales, así como en el acceso a la atención médica.

¿Qué pasa con los derechos LGBTIQ+ en Sudamérica?

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Sociedad abierta y derechos humanos en el trabajo de la FNF

La sociedad abierta, la celebración de la diversidad, la realización de libertades individuales y la autodeterminación han sido valores centrales del liberalismo desde siempre. Por eso son fundamentales para cualquier democracia liberal. Los derechos queer son derechos humanos. Protegerlos es deber de los estados, las comunidades y los individuos liberales.

Por ello, en nuestros proyectos de la fundación, trabajamos junto a organizaciones locales para intensificar la educación sobre la diversidad sexual. Nuestro objetivo es fortalecer los derechos de las personas LGBTIQ* en América Latina y arraigar su presencia en el discurso público y la formación de opiniones. Esto se realiza especialmente en los países

andinos mediante publicaciones y la organización de eventos, videopodcasts y campañas de comunicación. Ante las preocupantes estadísticas que indican una discriminación y violencia continuas hacia la población LGBTQ*, el trabajo de organizaciones asociadas como IPL hace una importante contribución a la creación de una sociedad más inclusiva y liberal, donde todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan vivir libres y seguras.

Una piedra angular importante de una sociedad abierta e inclusiva es la visibilidad y la conciencia de los estigmas y problemas prevalentes. Esto se ha abordado, por ejemplo, en un compendio creado en México en colaboración con la organización asociada Artículo 19 que aborda narrativas estigmatizantes y discriminatorias.

La empleabilidad inclusiva tiene como objetivo permitir el acceso al mercado laboral a todos los grupos de la sociedad, incluidas las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad y también las personas queer, de la misma manera que al resto de la sociedad. El emprendimiento inclusivo es, por lo tanto, otro foco de nuestro trabajo, especialmente en América Central.

Por último, diversos proyectos para fortalecer la justicia también contribuyen a mejorar la situación legal de las personas queer: luchando contra la impunidad, creando conciencia sobre sus propios derechos y la percepción de la estigmatización prevalente.

Sociedades abiertas e inclusivas como núcleo de las democracias liberales

La igualdad de la comunidad queer está lejos de ser una realidad. En muchas partes del mundo y también en América Latina, hay avances y retrocesos. Sin embargo, los prejuicios y estigmas sociales siguen siendo el status quo. Por eso es importante –hoy y en general– enfatizar: Como liberales, aspiramos a una sociedad abierta que respete todos los proyectos de vida individuales. Por lo tanto, no podemos permitirnos discriminar a las personas queer. No podemos permitirnos marginarlas de nuestro mercado laboral. No podemos permitirnos perderlas como parte activa de nuestra sociedad. No podemos permitirnos no involucrarles activamente en nuestro sistema político y motivarles a seguir mejorando la sociedad.

Para abordar los problemas que siguen existiendo, se necesita más que leyes, se necesita iniciativa social, valentía y sobre todo; perseverancia.

Como liberales, seguimos luchando en primera línea.