LGBT+
La diversidad hay que nombrarla: el mito de la inclusión forzada
Ahora los meten hasta en la sopa.
Que hagan lo que quieran, pero ¡porqué lo tienen que imponer!
Ya estamos hartos de su ideología de género.
¡La inclusión forzada arrunió todo!
Más allá de junio
Junio es el Mes del Orgullo y, durante 30 días, el mundo se pinta de colores y el arcoiris LGBT+ lo encontramos a cada esquina. Los medios se llenan de voces que cuentan sus historias, que narran las victorias y las luchas por sus derechos que continúan al día de hoy. Se abren espacios que nos permiten volvernos más conscientes de sus experiencias, de la discriminación y violencia de la que siguen siendo víctimas; sin embargo, ¿es suficiente?
En ocasiones parece que la comunidad LGBT+ existe únicamente una vez al año. Al terminar junio, en muchos lugares desaparecen las banderas de las empresas, los medios y las calles, el arcoiris digital en las fotos de perfil regresa a la normalidad. De los 12 meses del año, las personas con identidad queer tienen una ventana de un mes para que los volteen a ver, lo que en ocasiones resulta en que parezcan una minoría, que es una "exageración" verles el resto del año y se vuelve común escuchar cómo ahora todo es "inclusión forzada!".
Este año, en la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad México hemos dedicado nuestra campaña de derechos humanos a reflexionar sobre los derechos de la comunidad LGBT+ y su lucha por vivir, expresarse, amar e identificarse en libertad. Con motivo del Día del Orgullo, conversamos con Emiliano Contreras, productor, periodista y activista de la comunidad LGBT+ sobre la importancia de la representación de la comunidad en medios y recordando la campaña de Yaaj México de finales del 2021, “existimos todo el año, no únicamente en junio”.
La representación sí importa
El camino para conseguir derechos igualitarios para todas, todos y todes es largo y complicado. Entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 el 70% de los homicidios de personas trans de todo el mundo ocurrieron en América Latina, Brasil fue el primer lugar y México el segundo en el ranking por países. De acuerdo con la Unesco, entre el 47% y el 81% de los jóvenes en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay manifestaron sentirse asustados en la escuela por su orientación; el 15% ha sufrido acoso escolar por su identidad de género.
Ante esta realidad, sigue siendo relevante y de suma importancia hablar, reflexionar y luchar por la representación mediática para promover la empatía, un cambio social y la aceptación de las personas LGBT+ en México y el mundo.
Mónica Trasandes, directora de medios en español para GLAAD, organización que busca promover la representación objetiva y libre de estereotipos de minorías en los medios de comunicación, afirma que todavía no es suficiente la representación en pantalla de personajes de la comunidad LGBTQ+ pero es tiene un rol central, “la programación inclusiva la gente la quiere, la consume, la disfruta, es importante que siga”.
En su estudio más reciente, GLAAD muestra que el 11.9% de los personajes regulares –es decir, que aparecen que casi todos los episodios– en la televisión son parte de la comunidad LGBT+, un aumento del 2.8% con respecto a años anteriores y un récord desde que esta organización elabora este estudio. Por primera ocasión, se suma a este número los personajes recurrentes en plataformas de streaming con un total de 637 LGBTQ+ entre 2021-2022.
Los medios de comunicación y el entretenimiento tienen una función tanto formativa, como empática. Nos permite identificarnos, entender, sentir simpatía y hasta admirar a los personajes que vemos. Personajes estereotipados, utilizados únicamente para dar risa o como historias al margen, que no tienen un arco más allá de su identidad, de su orientación o que no trascienden de manera individual, invisibilizan y silencia las historias de miles de personas.
"El estereotipo, hay que reconocerlo, viene de alguna parte y creo que es una de las cuestiones quién influye a quién. ¿La sociedad a los medios o los medios a la sociedad? Es importante notar que existen historias más allá de la trágica y aunque ese estereotipo, esa historia común es una realidad, no es la única realidad”, afirma Emiliano Contreras, activista por la eliminación de los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género (ECOSIG) o también conocidas como “terapias de conversión” en México.
El cine, la televisión, Netflix, la radio, los periódicos… Sin importar el medio, todos juegan un papel de gran importancia en la vida de todas las personas y tienen el poder de influenciar nuestra percepción sobre el mundo que nos rodea. En ese sentido, si bien es importante ser críticos sobre el fondo y la forma, la presencia de personajes “token” LGBT+ –personajes de fondo y que, en muchos casos, no intervienen en la trama central– son un primer paso a la inclusión de la diversidad.
En latinoamérica, una región en la que de 2014 a 2020, 3,514 personas del colectivo LGBT+ fueron asesinadas, la presencia de películas como José (Guatemala, 2018), Los fuertes (Chile, 2019) o Luciérnagas (México, 2018) son un paso importante para visibilizar a una comunidad que sigue siendo víctima de crímenes de odio por su identidad u orientación sexual.
Si bien la representación sigue enfrentando críticas en todo el mundo, como ha ocurrido con la reciente película de Disney Lightyear y su decisión de incluir un beso de una pareja lesbiana al fondo de una escena, su inclusión es un paso para no sólo normalizar hablar de la comunidad LGBT+ en nuestra vida cotidiana, “pone en la agenda, en la plática o en la cena a la comunidad…hoy por hoy, los personajes “token” están haciendo la diferencia y están haciendo un cambio dentro de la sociedad para la aceptación”, comenta Emiliano Contreras.
Para Mónica Trasandes, verse representado seguirá siendo importante y no es una cosa de una única vez: “A mí me da todavía mucha alegría ver algo que tiene un personaje lesbiana, transgénero, bisexual, gay, me encanta y me hace muy feliz porque yo casi no veía a personas de la comunidad. Lo único que veía eran hombres gay, y eran la burla”, comentó en entrevista con El Universal.
Para Emiliano, la presencia de personajes LGBT+ o artistas, periodistas, influencers, etc., que han ‘salido del clóset’ de manera pública en los últimos años es un paso importante y necesario: “Por más que creamos que estamos muy avanzados o que sintamos que ya no es necesario, tener un micrófono enfrente ayuda a que las personas que nos ven y nos escuchan, que no puedan expresarse puedan saber [y decirse a sí mismos] ‘claro yo también puedo llegar a ser ingeniero, astronauta, presidente…’”.
“Yo hoy tengo menos derechos que tú por ser gay”
En el caso de México, Emiliano ha encontrado apertura por parte de medios de comunicación para posicionar temas de la agenda LGBT+. Como colaborador de Buzzfeed México, productor y periodista para medios como Rolling Stone, él considera que si bien los medios ofrecen su plataforma, la audiencia mexicana sigue resistiéndose a consumir este contenido. El miedo perdura y muchas veces gana y, sumado a la desinformación y la aparente libertad que ofrece el anonimato en redes sociales, comentarios y discursos homofóbicos siguen dominando la conversación.
La representación no lo es todo y hay muchos derechos que las personas queer en México y Latinoamérica siguen sin tener asegurados. “Las infancias trans siguen olvidadas, siguen existiendo ECOSIG en nuestro país –a pesar de que cada vez más estados lo penalizan–; no tenemos clínicas especializadas en la comunidad LGBT+ en todo el país y no únicamente en la Condesa e Iztapalapa… Hay muchas cosas que todavía hacen falta.”
Países como Colombia, México y Honduras concentran el 89% del total de ataques a personas queer en 2020; en Brasil fueron reportadas 175 víctimas de trans feminicidios en enero de 2020. Las ECOSIG continúan siendo una realidad en toda la región; en México están penalizadas en 10 de 32 estados mientras que Brasil y Ecuador son las únicas naciones de la región que los prohíben en todo el país. En América Latina aún hay doce países no tienen figura legal para el matrimonio entre personas del mismo sexo y Paraguay lo prohíbe. Puedes conocer la situación actual de la comunidad LGBTI+ en Latinoamérica aquí.
El acceso a los derechos de la comunidad LGBT+ no termina en el matrimonio igualitario; la violencia y la homofobia siguen siendo el villano de su historia. Para alcanzar la integración de todos los individuos; para garantizar una sociedad diversa, todas las personas deben estar presentes en nuestra vida cotidiana y no únicamente un día al año.