Energía
Energías renovables en el Mediterráneo: desde la ambición del proyecto Desertec hasta la necesidad real actual de un verdadero Green Deal Euro-mediterráneo
Bajo esta premisa, nacía en el año 2003 uno de los proyectos más ambiciosos jamás concebidos para alimentar en energía limpia a tres continentes: el proyecto Desertec, que pretendía crear una red de centros de producción de energías renovables, principalmente energía solar concentrada, entre Europa y Oriente Próximo y el norte de África, con el objetivo de producir electricidad suficiente para cubrir gran parte de la demanda de los países de la región, así como el 15% de la electricidad europea en 2050.
Un proyecto ambicioso que aún sigue prisionero de los estudios de viabilidad y de una verdadera voluntad política por parte de los países de la zona en llevar acabo un proyecto de tal magnitud.
La cuestión energética en el mediterráneo es crucial para lograr el desarrollo sostenible de los países de la región y frenear las consecuencias nefastas del cambio climático que afecta mucho más a esta región que la media mundial. Mientras que la temperatura media del aire en el mundo es aproximadamente 1,1 ° C más alta que en la época preindustrial, las temperaturas del Mediterráneo son 1,5 ° C más altas. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) predice temperaturas aún más altas en la región de 2-3 ° C para 2050 y 3-5 ° C para 2100.
Los países ribereños del Mediterráneo, ubicados en la encrucijada de tres continentes, representan casi el 7% de la población mundial y el 8% del consumo mundial de energía primaria . Para 2040, se espera que estas cifras sigan creciendo, bajo el doble efecto de un fuerte crecimiento demográfico (105 millones de habitantes más respecto a 2013) y económico (+ 2,3% anual, previsiones antes de Covid).
El escenario energético mediterráneo: aumenta la demanda en el Sur disminuye en el Norte
En lo que se refiere a consumo energético, en 2015 (datos disponibles), los países mediterráneos representaron el 7% de la demanda mundial de energía primaria, o más de 955 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep). Los países del Norte del Mediterráneo representan casi dos tercios de la demanda total de energía en la región, mientras que los países del Sur y Este del Mediterráneo consumen alrededor del 19% y 18% respectivamente.
Sobre la base de las tendencias pasadas y los compromisos incondicionales en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) al Acuerdo de París (escenario de referencia), la demanda de energía agregada en la región aumentará alrededor del 40% para 2040.
Por otro lado, si los países cumplen con todos sus compromisos en sus NDC (escenario proactivo), la demanda de energía aumentará en un 17% (Observatorio mediterráneo de la Energía OME, 2018). El aumento de la demanda energética debería estar impulsado por los países del Sur y Este del Mediterráneo (SEMC), cuya demanda se duplicaría en un escenario base. Por otro lado, el Norte debería reducir su demanda energética.
El examen del tipo de combustible que se consumirá en las próximas décadas muestra que se espera claramente que los combustibles fósiles continúen dominando la demanda de energía, en el caso del escenario de referencia (77%) y el escenario proactivo (67%) (OME, 2018). La demanda de energía provendrá principalmente del transporte y la producción de electricidad.
En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero de la región, la principal del sector energético es el CO2. Los países mediterráneos son responsables de alrededor del 6% de las emisiones de CO2 del mundo, el 45% de los países del norte del Mediterráneo y el 55% de los países del sur (OME, 2018).
Las energías renovables en el mediterráneo: un balance desequilibrado entre Norte y Sur
Hasta principios de la década de 2000, las tecnologías de energía renovable estaban prácticamente ausentes en la región mediterránea, con la excepción de la energía hidroeléctrica, la biomasa y la geotermia. Entre 2000 y 2015, la producción de energías renovables no hidroeléctricas se duplicó con creces. Actualmente, las tecnologías de energía renovable están presentes predominantemente en el sector eléctrico, y la capacidad está creciendo más rápido que el gas natural. Las energías renovables alcanzan actualmente los 107 Mtep, o el 11% del suministro total de energía del Mediterráneo.
Alrededor del 80% del suministro de energía renovable de la región se encuentra en los países del Borde Norte (84 Mtep), y los 23 Mtep restantes se encuentran principalmente en Turquía (15 Mtep) (OME, 2018).
Aun así, es en el Sur que se localiza el mayor potencial en términos de energía renovable, en particular la energía solar. En 2040, la participación de las energías renovables sería del 34% de la producción total de energía según el escenario de referencia de OME y del 52% según el escenario proactivo, con los países del Norte del mediterráneo liderando en gran medida en ambos escenarios (OME, 2018).
En cualquier caso, ningún escenario descarboniza el consumo energético en el Mediterráneo ni cumple los objetivos del Acuerdo de París.
La necesidad de un Green Deal Mediterráneo o Euro-mediterráneo propiamente dicho
Se hace indispensable que los países de la región adopten las medidas reglamentarias necesarias para alcanzar objetivos ambiciosos de despliegue de energías renovables y eficiencia energética con el fin de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Además, para respetar el escenario proactivo de la OME (que sin embargo no responde al Acuerdo de París) la región debería invertir más de 3,3 billones de euros en el sistema energético, de los cuales el 40% para medidas de eficiencia energética y el 34% para producción de energía (OME, 2018).
Una inversión colosal para los países del Sur mediterráneo cuyas economías han sido muy debilitadas por la pandemia, 25 años después del inicio del proceso de Barcelona, la brecha entre ambas orillas del mediterráneo sigue presente también en al ámbito de las energías limpias.
Urge tomar medidas frente al cambio climático desde un perspectiva macrorregional y multilateral, Europa, tanto los países del Sur como del Norte, deben de unir fuerzas con el mediterráneo Sur y Este para lograr los objetivos del Green Deal Europeo, un pacto verde que debe de ampliarse a la zona euro-mediterránea si verdaderamente se busca lograr los objetivos marcados en la cumbre de Paris o en la actual Cop26 que se celebra estos días en Glasgow.
Un Green Deal Euro-mediterráneo con el foco puesto en el aumento de las inversiones en tecnologías respetuosas con el medio ambiente en ambas orillas del mediterráneo, recuperando un poco el espíritu del proyecto inicial de Desertec.