Tecnología
La Inteligencia Artificial Entra en una Nueva Era
La inteligencia artificial está de moda. Ya empezaba a estarlo en el verano de 2022, pero la posterior irrupción de la inteligencia artificial generativa ha multiplicado las expectativas, las oportunidades y los posibles usos de la tecnología. En muchos sentidos, 2023 se puede considerar el año de la inteligencia artificial en el planeta.
El continuo desarrollo de las tecnologías digitales y su combinación en aplicaciones y soluciones de uso empresarial, residencial y social está digitalizando la economía y la sociedad. La inteligencia artificial, que potencia sus posibilidades con la ayuda de otras tecnologías como big data, analíticas de datos, Internet de las Cosas, 5G o blockchain, empieza a ser el eje de las nuevas etapas de la digitalización, generando numerosas oportunidades y planteando desafíos éticos, regulatorios y de empleo que no hay que olvidar.
En la actualidad, la inteligencia artificial permite añadir una capa de inteligencia a todo tipo de productos, servicios y procesos. Así, es posible encontrar aplicaciones plenamente operativas en todo tipo de sectores, como industria y mantenimiento, transporte, salud y medicina, justicia y seguros, entretenimiento, medio ambiente y sostenibilidad, servicios financieros, retail, marketing y publicidad, redes sociales o Administraciones Públicas y Locales.
En muchas ocasiones los usuarios (empresas o ciudadanos) son conscientes de la presencia de la tecnología, mientras que en otras, pasa desapercibida, ya que opera en un segundo plano en webs, aplicaciones, mensajería, búsquedas, herramientas digitales, etc.
La inteligencia artificial está transformando la economía y la sociedad en todas partes del mundo, aunque su importancia y sus resultados prácticos suelen estar en consonancia con el desarrollo económico y tecnológico de cada uno de los países. Por ello, sigue existiendo una brecha significativa entre muchos de ellos.
Utilizando como indicador el porcentaje de adopción empresarial de inteligencia artificial, big data e Internet de las Cosas (índice de transformación inteligente de Economist Impact y Lenovo, 2023[1]), los países líderes en esta materia son Dinamarca, Finlandia y Estados Unidos. El Top 10 está ocupado por nueve países europeos más Estados Unidos, mientras que China ocupa la posición 15 y Japón la 17. Considerando otros continentes, Australia se encuentra en la posición 32 y Brasil en la 26. A partir de la posición 20 del ranking, el valor del índice se sitúa por debajo de la mitad del que tiene el líder de la clasificación (Dinamarca), lo que confirma la importante brecha existente.
Según este mismo índice que incluye a 33 estados, los países mediterráneos están representados por Francia, Italia, España y Grecia, que ocupan posiciones entre la 16 y la 22 del ranking, y por Turquía (posición 27) e Israel (posición 33). Ningún país africano figura en el índice.
Otro análisis[2], en esta ocasión realizado por el Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial (VRAIN) de la Universitat Politècnica de València, analiza el impacto de la inteligencia artificial en los países del denominado Arco Mediterráneo. Este Arco está formado por 11 países de la zona de sur de Europa, cinco del norte de África y siete de la zona oeste de Asia.
El estudio de VRAIN se basa en la existencia de una correlación entre los retornos que se producen en la actividad de inteligencia artificial y la producción científica en esta materia, medida en publicaciones científicas. El documento muestra la importancia que la tecnología va a tener en los países del Arco Mediterráneo, así como sus beneficios en áreas como salud, meteorología, medio ambiente, tercera edad, educación y sector público.
Según el estudio, el número de empresas del Arco Mediterráneo que ya han adoptado las tecnologías digitales es muy bajo y en algunos países ninguna las emplea. Como ocurre en otras regiones del mundo, esta situación es más acusada en las pymes mediterráneas, pese a las indudables ventajas de la tecnología y a la mejora del rendimiento de las compañías que ya las utilizan. El bajo nivel de adopción contrasta con el importante impacto que tendría la inteligencia artificial en el Arco Mediterráneo si se aplicara con los necesarios valores éticos, sociales y culturales. Ese impacto debería traducirse en conceptos como seguridad, sostenibilidad, democracia, participación, transparencia o rendición de cuentas.
[1] https://impact.economist.com/perspectives/technology-innovation/intelligent-transformation-index
[2] https://geomett.com/el-impacto-de-la-inteligencia-artificial-en-los-paises-del-arco-mediterraneo/
Además, el estudio de VRAIN incluye un decálogo de recomendaciones para el Arco. La creación de una red de centros que faciliten la transferencia de conocimientos, el establecimiento de un sistema de ayudas que haga posible la estancia de personal investigador y estudiantes en los centros, el apoyo a la implementación de la tecnología en los países más desfavorecidos o el impulso para la formación en esta materia son algunas de ellas.
La revisión de escenarios y tendencias en regiones con un peso importante de países en desarrollo, como puede ser el caso de América Latina[1], plantea conclusiones y recomendaciones convergentes con las anteriores del Arco Mediterráneo. Para impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial en este perfil de regiones es necesario fortalecer los sistemas educativos, fomentar la colaboración transfronteriza y generar repositorios de datos regionales, ampliar la cooperación regional en gobernanza e investigación, avanzar en regulación, promover desarrollos basados en características únicas de la región o estimular el empleo de la inteligencia artificial orientado a desafíos sociales.
Estos dos últimos puntos son muy importantes porque pueden ayudar a cohesionar en el aspecto tecnológico a la comunidad mediterránea y hacer que la sociedad y las empresas del área geográfica demanden y apoyen el desarrollo de la tecnología. Algunos casos reales, como el uso de un grupo de robots submarinos con inteligencia artificial que vigilan los ecosistemas más vulnerables del Mediterráneo o la detección de la proliferación masiva de algas en este mar analizando mediante algoritmos imágenes de satélite, muestran las posibilidades de la tecnología en la región para la vigilancia y la resolución de problemas que preocupan a la sociedad.
La inteligencia artificial está transformando el Arco Mediterráneo y lo va a hacer cada vez más, por lo que es necesario evaluar de forma periódica los avances, aplicar las recomendaciones y fijar estrategias decididas para acelerar su desarrollo en beneficio de todos los ciudadanos, empresas e instituciones que viven y trabajan a las orillas del Mar Mediterráneo.
[1] https://indicelatam.cl/wp-content/uploads/2023/08/ILIA-2023.pdf