DE

MEDITERRANEAN DIALOGUE
Las Cajas de Depósito de Francia, Italia, Marruecos y Túnez frente a los desafíos del Mediterráneo

Foto propia, playa
© Atalayar

Es un hecho que los países del Mediterráneo se enfrentan a desafíos más que importantes como el incremento de las temperaturas un 20 % más rápido que la media mundial, lo que representa un calentamiento global muy preocupante. Entre los efectos directos más dañinos destaca la grave situación de peligro de la biodiversidad marina y costera única en el Mare Nostrum, a lo que se une la desertificación, la erosión costera, la subida del nivel del mar y la sequía que ocasiona un estrés hídrico que condiciona buena parte de la situación de los países ribereños.

Pero frente a los retos relacionados con el cambio climático y la defensa del medioambiente nos encontramos con los que habrá de abordar en materia energética, pues los problemas en este ámbito también se han visto incrementados en los últimos años a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, la crisis en Oriente Medio o la invasión rusa de Ucrania, por citar algunos acontecimientos internacionales. Todas estas cuestiones repercuten directa o indirectamente en el ámbito económico y social de los ciudadanos de esta región mediterránea.

Ante esta situación, las Cajas de Depósito de Francia, Italia, Marruecos y Túnez han puesto en marcha un marco de concertación permanente (CPC) cuyo objetivo es fomentar el intercambio de buenas prácticas y conocimientos e interactuar con el ecosistema financiero mediterráneo para promover la ejecución de proyectos específicos que puedan tener un impacto directo en las poblaciones locales. La búsqueda de soluciones nacionales con carácter innovador, sostenible y beneficioso para los intereses generales es el principal objetivo.

En este sentido, son tres los asuntos que centran las prioridades de actuación de las citadas Cajas de Depósito, según dieron a conocer sus directivos:

  1. La inversión. Como inversores responsables y catalizadores de la inversión del sector privado, los responsables de estas entidades hicieron balance de las distintas iniciativas emprendidas para impulsar y promover la inversión en el Mediterráneo, siguiendo el ejemplo de Inframed, empresa especializada en el sector inmobiliario. También debatieron sobre el posible impacto regional de las inversiones realizadas a escala nacional.  

 

  1. Clima y biodiversidad. El objetivo es contribuir a los esfuerzos de protección de los ecosistemas y de adaptación al cambio climático. Gracias a su triple pericia en ecología, territorio y finanzas, a su excelente conocimiento de los territorios y a su capacidad para desplegar financiaciones a largo plazo, las Cajas de Depósito son actores principales en la concepción, el desarrollo y el apoyo de soluciones que concilian biodiversidad y desarrollo económico en un enfoque colaborativo que implica a los actores locales.  

 

  1. La innovación financiera al servicio del potencial humano. Los vínculos humanos, según han destacado los directivos de las Cajas de Depósito, siguen siendo muy fuertes de una orilla a otra, perpetuando esta identidad mediterránea, fruto del mestizaje de las poblaciones a lo largo de los siglos. Diásporas, empresarios, universitarios... Las fuerzas motrices tanto del norte como del sur deben participar plenamente en soluciones innovadoras para hacer frente a los retos de hoy y de mañana. Los directores generales reafirmaron su compromiso de satisfacer las necesidades de financiación de las nuevas empresas y las pequeña y mediana empresas (pymes). 

“Marco de concertación permanente” (CPC)

Economy
© Atalayar

Como culminación de sus trabajos, los responsables de estas entidades financieras acordaron la creación de un “marco de concertación permanente” (CPC) que proporcionará una plataforma flexible y operativa de debate entre las cuatro instituciones, permitiéndoles intercambiar las mejores prácticas en sectores clave como el desarrollo urbano, la adaptación al cambio climático, la protección de la biodiversidad, el desarrollo de infraestructuras sostenibles y la financiación de proyectos liderados por startups y pymes.

La CPC promoverá también la interacción y la coordinación con el conjunto del ecosistema financiero mediterráneo, ya se trate de estructuras nacionales similares al modelo de las Cajas de Depósito o de actores financieros clave implicados en el Mediterráneo, como el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), las agencias nacionales de desarrollo o las distintas redes de inversores, en particular a largo plazo, con el fin de garantizar sinergias adecuadas entre los distintos mecanismos financieros.

También acogieron favorablemente el papel y la acción de la Unión por el Mediterráneo (UpM) como marco multilateral de cooperación en el Mediterráneo plenamente comprometido con el desarrollo económico sostenible e integrador de la región.

Ante los numerosos retos a los que se enfrenta la región, incluido el cambio climático, los directores generales subrayaron que las Cajas de Depósito están plenamente movilizadas para seguir aplicando respuestas innovadoras y concretas con unos propósitos muy claros: ayudar a las personas que habitan en estos entornos y proteger el medio ambiente.

Sin duda, iniciativas como las llevadas a cabo por la Cajas de Depósito de estos cuatro países de ambas orillas del Mediterráneo, que buscan una colaboración estrecha y fructífera por el desarrollo de sus pueblos y habitantes, deben ser ejemplo para otras entidades, tanto públicas como privadas, si queremos adelantarnos a los problemas venideros, advertidos por investigadores y científicos, prevenir y buscar soluciones para un mundo mejor en todos los niveles. En manos de todos está la apuesta por un futuro más sostenible donde la palabra cooperación se hace imprescindible para alcanzar los retos. Los países del Mediterráneo lo saben, de ahí iniciativas tan importantes como la que recogemos en estas líneas, que no dejan de ser un paso más para seguir avanzando.