Derechos humanos
España se convierte en el quinto país del mundo en reglar la Ley de la Eutanasia.
El pasado día 18 de marzo, se aprobó en el Parlamento español, la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia. Ésta convierte a España en el quinto país del mundo en regularla tras Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Canadá y representa un hito en el ejercicio de las libertades de los ciudadanos españoles. Estos son los aspectos clave de la normativa en España.
- La Ley comprende la eutanasia, así como el suicidio médicamente asistido.
- Lo pueden solicitar personas con nacionalidad española o residencia legal en España, mayoría de edad y ser capaz y consciente en el momento de la solicitud. El afectado puede parar la solicitud en cualquier momento.
- Las situaciones permitidas son cuando se sufre “una enfermedad grave e incurable”, “una enfermedad grave, crónica e invalidante (…) certificada por el médico responsable”. La Ley expone además que es “una enfermedad que la persona experimenta como inaceptable y que no ha podido ser mitigado por otros medios”.
- El proceso de solicitud y de evaluación se articula iniciando con la propia voluntad del afectado (2 solicitudes por escrito con 15 días de diferencia); prosigue con la evaluación del facultativo del afectado añadiendo consultas a externos especialistas no implicados; decisión de una Comisión de Evaluación y Seguimiento, un segundo control y finalmente última ratificación del afectado.
- La atención será responsabilidad de la sanidad pública, que deberá garantizar el acceso. Además, se establece que los profesionales sanitarios tienen el derecho individual a no atender aquellas solicitudes que sean incompatibles con sus convicciones individuales.
Cabe destacar que el reconocimiento al derecho a una muerte digna y la convicción en la necesidad de regularla, logró saltar barreras ideológicas, al recibir un voto transversal que unió, más allá del rechazo de la derecha, a 20 partidos, coaliciones y agrupaciones electorales diferentes. Éste fue un ejercicio mayúsculo de política democrática orientado a establecer normas que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos españoles y no en pretender pautar sus conciencias.
Además, en un momento de alta polarización política, cabe destacar la moderación perpetrada por todos los actores, tanto políticos, como medios de comunicación y opinión pública. La complejidad de la cuestión sumado al respeto ante el sufrimiento de una persona ante la muerte, permite exhibir una inmensa contención aun con posiciones enfrentadas. Es memorable ser partícipe de la moderación y templanza que ha habido tanto fuera como dentro de la cámara de diputados antes y semanas después de la votación.