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Mujeres cineastas en el Mediterráneo, valores en alza

El Mediterráneo es un espacio diverso y plural, donde confluyen numerosas culturas, tradiciones y sensibilidades, tan dispares como sus respectivos orígenes, pero al mismo tiempo, con abundantes similitudes.

Del mismo modo que podemos hablar de una literatura mediterránea con temáticas recurrentes, también en la filmografía con sello mediterráneo encontramos ciertas constantes que definen buena parte de la producción audiovisual: desigualdades, migraciones, conflictos políticos y sociales, la búsqueda de las raíces, la esperanza en un mundo mejor... En definitiva, aquello que preocupa a la ciudadanía del Mediterráneo y que el cine refleja como escaparate de nuestra vida cotidiana.

Pero si, además, quien se coloca tras la cámara es una mujer, nos encontramos otro punto de vista diferente, ni mejor ni peor, simplemente distinto a los enfoques tradicionales y más extendidos hasta hace poco. Una mirada que cada vez cobra un mayor protagonismo no solo en las carteleras sino también en el palmarés de los más prestigiosos festivales internacionales.

Porque las cineastas mediterráneas vienen pisando fuerte y son el reflejo de la propia evolución de nuestra sociedad. Se trata de profesionales muy preparadas, con estudios universitarios, cosmopolitas, bilingües, algunas afincadas en países diferentes al de su nacimiento, pero con gran interés por mostrar cuanto sucede en ellos y, sobre todo, con un peso creciente en la industria cinematográfica.

Nos referimos a casos como el de la marroquí Maryam Touzani, documentalista, actriz, guionista y realizadora que se ganó a crítica y público con su primer largometraje Adam y cuyo último trabajo, El caftán azul, fue proyectado en el festival de Cannes y preseleccionado como mejor película de habla no inglesa en los Oscar.

Junto a ella, la lista de realizadoras con sello mediterráneo a las que merece la pena seguir la pista incluye nombres como el de la franco-marroquí Sofia Alaoui, la griega Athina Rachel Tsangari, las francesas Claire Denis, Luàna Bajrami  y Mia Hansen-Løve, la argelina Bahia Bencheikh El Fegoun, la marroquí Laïla Marrakchi, la italiana afincada en Francia Valeria Bruni Tedeschi o las egipcias Hala Khalil y Amal Ramsis, entre muchas otras.

Sin olvidar a las españolas Carla Simón, vencedora en la Berlinale con Alcarràs, Pilar Palomero, Carol Rodríguez, Celia Rico o algunas más veteranas como Isabel Coixet.

Y esto si abordamos exclusivamente la realización cinematográfica, pero también hallamos cada vez más nombres femeninos en otros ámbitos. Cierto es que aún queda mucho camino por avanzar, pero lo recorren con firmeza en campos como la composición de bandas sonoras, el montaje, la fotografía, la animación, el maquillaje o la dirección de producción, como la onubense Manuela Ocón, ganadora en la última edición de los Goya por su trabajo en Modelo 77.

Precisamente Manuela Ocón fue una de las invitadas al Encuentro ‘Mujeres cineastas de las dos orillas: Marruecos-Andalucía’ los días 20 y 21 de marzo, organizado por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, institución que tengo el privilegio de dirigir.

Este foro ha congregado a una veintena de mujeres andaluzas y marroquíes vinculadas al sector desde distintas perspectivas. Actrices, guionistas, realizadoras, productoras, investigadoras, escritoras, gestoras culturales e incluso directoras de festivales compartieron dos jornadas de análisis, reflexión y debate en las que se puso de manifiesto lo mucho que tienen en común las cineastas de ambas orillas del Mediterráneo, además de establecer sinergias y colaboraciones de futuro.

Además, se proyectaron cintas dirigidas por algunas de las participantes y se fomentó el intercambio entre ellas. Con todo, tanto ponentes como asistentes coincidieron en la importancia de foros como éste para favorecer el acercamiento entre quienes han convertido su pasión por contar historias en su medio de vida.

Ese es el espíritu que guía las acciones de la Fundación Tres Culturas: fomentar el conocimiento, aprender de la experiencia de otros, respetar aquello que consideramos diferente y apreciar todo lo que nos aporta. O lo que es lo mismo: dialogar para compartir, y compartir para convivir.

Por eso seguiremos promoviendo acciones como ésta, que contribuyan a mostrar estas cinematografías, como ya lo hacemos desde nuestros ‘Martes de Cine’, donde las realizadoras mediterráneas también ocupan un lugar destacado.

Así, en los diferentes ciclos que programamos mensualmente (con sesiones gratuitas cada martes a las 20.30 horas) tienen cabida todas aquellas películas de calidad que traten la temática seleccionada en el mes en cuestión, la mayoría de ellas alejadas de los circuitos comerciales, y para las que en nuestra espléndida sala de proyección de más de 200 butacas es la mejor (y a veces la única) manera de llegar al público.

Muchos de estos largometrajes, cortos y documentales son obra de directoras mediterráneas. Pero, además de en nuestras carteleras habituales, tenemos un ciclo dedicado solo a las producciones de estas realizadoras en el mes de marzo, puesto que el 8 de este mes se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Desde la Fundación Tres Culturas apoyamos la labor de las cineastas mediterráneas, como la de todas las creadoras que desarrollan su trabajo en este maravilloso espacio común que nos acoge y nos hace entender el mundo de forma diversa, plural y solidaria.