DE
Entrepreneur
© Pixabay

Cuenca mediterránea, dos orillas, 24 países repartidos en tres continentes, nacer en una orilla u otra determina los requisitos previos para iniciar una actividad por cuenta propia en España. Estos requisitos son más sencillos en el supuesto de ser nacional de un país de la Unión Europea dado que se accede a una residencia con autorización de trabajo de manera rápida y con menos trabas administrativas.

Sin embargo, ser nacional de un país externo a la Unión Europea: Albania, Argelia, Bosnia, Egipto, Irán, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Macedonia, Marruecos, Montenegro, Serbia, Siria, Túnez y Turquía, implica solicitar una autorización de residencia y trabajo por cuenta propia, bien desde el Consulado de España en el país de origen o desde España.

La administración española está apostando desde hace una década por atraer el talento emprendedor entendido este como promotores de negocios de carácter innovador y con impacto en la generación de puestos de trabajo que se refleja en la Ley 14/2013, de 27 de septiembre de apoyo a los emprendedores y su internacionalización.

Actualmente acaba de aprobarse una modificación del reglamento de extranjería que flexibiliza los trámites para la obtención del permiso de trabajo por cuenta propia, ya se encuentre la persona en el país de origen o en España como estudiante o en situación administrativa irregular, favoreciendo el autoempleo individual y atendiendo por fin, a las personas que se dedican a actividades profesionales que a menudo han visto denegada su solicitud por ser considerados “una mera propuesta de autoempleo”.  Otro aspecto importante de la reforma es la concesión de un permiso de trabajo en sentido amplio, y no limitado a cuenta ajena o propia. Una reivindicación histórica que permite a las personas de la cuenta mediterránea, adaptarse laboralmente al mercado español.

Que una persona emprendedora venga desarrollando su actividad en el país de origen no implicaba hasta ahora que tuviera mayores facilidades para emprender en España, aunque este sea un aspecto crucial en el éxito de un negocio. La experiencia suma a favor de la obtención del permiso de trabajo y conlleva un conocimiento del mercado, proveedores, clientes… que debe ser valorado.

La obtención de la autorización de residencia y trabajo por cuenta propia es la primera de las barreras administrativas que se encuentra una persona emprendedora de origen extranjero en España, pero no la única, existen otros aspectos que se deben tener en cuenta. Hay un componente cultural (más allá del normativo) relacionado con las diferencias o similitudes de emprender en el país de origen y en España. Es evidente que estas diferencias serán menores respecto a las personas provenientes de la orilla europea y mayores en las provenientes del resto de países del ámbito Mediterráneo. Es lo que se denomina diversidad económica y que España debe aprender a explotar dado el potencial económico que supone.

Entrepreneur
© Pixabay

En los últimos cinco años se han concedido 20.500 autorizaciones de residencia y trabajo por cuenta propia y en el primer trimestre de año 496, el 30% bajo la categoría de directores y gerentes de empresas, el 17% de técnicos y profesionales científicos e intelectuales y el 15% dependientes de comercio y asimilados. Se espera que estas modificaciones legales aumenten el número de personas emprendedoras, que tienen experiencia en la gestión de negocios y que resultan imprescindibles para la economía española.

En cuanto al país de origen, provienen principalmente de Marruecos, Argelia, Irán, Siria y Líbano y optan mayoritariamente por la constitución de una Sociedad Limitada, forma jurídica que ofrece mayor protección legal al frente a la figura de la persona física (muy desconocida fuera de España). El 52% de las residencias son concedidas a mujeres y el 48% a hombres.

Si atendemos a los negocios creados según nacionalidad de la cuenca mediterránea, Marruecos destaca como principal nacionalidad en cuanto al número de cotizantes a la Seguridad Social y tercera en cuanto al número de personas emprendedoras. El tipo de negocio encuentra relacionado con el sector servicios, comercios al por menor de proximidad, principalmente fruterías que ofrecen otro tipo de productos básicos; talleres mecánicos y servicios de comidas y bebidas.

Las demás nacionalidades no tienen gran peso estadístico, aunque no por ello, dejan de realizar otro tipo de actividad comercial, el comercio al por mayor, la importación y exportación de productos de cerámica, construcción en general, alimentación como el azafrán son comunes en empresas regentadas por ciudadanos de Libia, Irán, Egipto o Túnez.

El tiempo de respuesta de las administraciones es el último factor que obstaculiza el inicio de nuevas actividades económicas. La preparación de la documentación, presentación de la misma a las autoridades y la posterior resolución supone para la persona una ruptura temporal entre el deseo de iniciar su negocio y la puesta en marcha real del mismo, dado que, en ambas vías, el tiempo de resolución no resulta breve. Al contrario, se sitúa entre los tres y los siete meses. La nueva reforma del Reglamento de Extranjería incide en la necesidad de reforzar las administraciones que tienen que revisar y resolver los expedientes.

Por tanto, queda claro que nacer en una orilla u otra puede suponer una maraña legal y administrativa que va más allá de la voluntad de las personas de iniciar una actividad por cuenta propia.