Migración
El cambio climático como causa de la migración
El 4 de mayo, en la sede de la Unión por el Mediterráneo (UpM) en Barcelona, presentamos con el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) nuestro último informe Climate Change and Migration: Understanding Factors, Developing Opportunities in the Sahel Zone, West Africa, and the Maghreb, que ya puede descargarse en nuestro sitio web, representa meses de trabajo, incluida la recopilación de datos en Senegal y Marruecos, entrevistas con las comunidades locales y análisis estadísticos. Nuestro equipo de investigación, formado por Xavier Aragall y Matías Ibáñez, del IEMed, Amal El Ouassif, del Policy Center for the New South (PCNS), y Anna Ferro, del Centro Studi di Politica Internazionale (CeSPI), se unió a nosotros para presentar las principales conclusiones.
El Embajador Grammenos Mastrojeni, Vicesecretario General de Energía y Acción por el Clima de la UpM, pronunció un discurso de apertura en el que ofreció una visión contextual de la cuestión y describió los escenarios previstos -tanto en el Mediterráneo como en otras partes del mundo- en relación con el cambio climático y los desplazamientos humanos.
La presentación comenzó con la intervención de David Henneberger, Director de la Oficina de FNF en Madrid, quien explicó los objetivos del proyecto y el compromiso de nuestra oficina con la lucha contra la degradación medioambiental como factor de migración. En concreto, destacó nuestra labor en las regiones del Magreb y África Occidental a través de la colaboración con nuestras oficinas locales. Durante nuestro viaje de estudios a Senegal en noviembre de 2022, en el que participaron nuestros investigadores y otros expertos en migración y cambio climático, observamos de primera mano los claros signos de un clima cambiante en dos puertos pesqueros principales y sus comunidades circundantes. En el sur de Marruecos, Amal El Ouassif profundizó en el papel del cambio climático como multiplicador del riesgo, haciendo hincapié en cómo las sequías y el acceso limitado al agua se han convertido en los principales motores de la migración en la región. Este fenómeno también se observa en otros países norteafricanos como Egipto y Argelia, según confirman los datos recogidos por organizaciones de prestigio.
El embajador Mastrojeni planteó una cuestión interesante durante su intervención, al hablar de la demografía de las poblaciones migrantes. Empezó haciendo referencia a la trampa de la pobreza y explicando que algunas personas que se encuentran por debajo del umbral internacional de pobreza a menudo no pueden ni se plantean emigrar. Sin embargo, subrayó que el cambio climático está alterando esta dinámica al obligar incluso a los más desfavorecidos económicamente a buscar nuevos entornos. Las regiones del Magreb, el Sahel y África Occidental se enfrentan a numerosas amenazas, como la desertificación, la imprevisibilidad de las precipitaciones, la acidificación de los océanos y el cambio de las pautas migratorias de los peces. Estos factores agravan las condiciones de vida, sobre todo en África Occidental y el Sahel, haciendo que estas regiones se encuentren entre las más móviles y vulnerables a los diversos impactos del cambio climático.
Informes de instituciones como ACNUR advierten de que aproximadamente 1.200 millones de personas corren el riesgo de sufrir desplazamientos relacionados con el clima. Aunque las estimaciones sobre las cifras exactas varían, es evidente que es probable que la migración desde las zonas estudiadas en este informe hacia Europa aumente a niveles sin precedentes. Esta tendencia se acentuará a medida que los cambios medioambientales sigan afectando a recursos fundamentales como el agua y la producción de alimentos. Aunque las proyecciones nunca pueden ser totalmente exactas, el informe reconoce los debates en curso entre los expertos. No obstante, contribuye a la investigación y la literatura existentes sobre el nexo entre el cambio climático y la migración, al tiempo que pretende aumentar la concienciación sobre esta cuestión crítica. Las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares y comunidades en busca de estabilidad y mejores oportunidades suelen ser estigmatizadas en la retórica política y en los medios de comunicación. Por ello, comprender las causas que subyacen a estos movimientos es esencial para abordar la cuestión con eficacia. Ahora es más evidente que nunca que hay que redoblar los esfuerzos de mitigación y adaptación en todo el mundo, especialmente en la región mediterránea, para construir sociedades resilientes ante un clima incierto.